Las vueltas de tortilla son algo inevitable, todos en un momento tenemos algún episodio de trastorno de personalidad o algo que nos lleva a querer tener lo que nosotros no. De una manera u otra no nos hace malos, ni destructivos, nos lleva a comportarnos "mal" y alejarnos.
No se puede juzgar, nadie tiene ese derecho, pero en estos casos la indiferencia puede ayudar, dar un paso al costado y que todo siga su curso. "El tiempo cura", y también aclara...